El ámbar siciliano se usó en la Iberia prehistórica miles de años antes que el ámbar báltico

Martes 4 de Septiembre del 2018

El equipo de investigación sobre Prehistoria Reciente en la Cuenca Interior del Tajo de la UAH ha participado en la identificación de la procedencia del ámbar utilizado en objetos de adorno en arquitecturas de enterramiento colectivo del III milenio cal BC, en la Iberia prehistórica.

Las investigaciones confirman que el ámbar mediterráneo (procedente de Sicilia) circuló en el sur de Europa milenios antes que el ámbar báltico. El artículo se ha publicado recientemente en la revista PLOS ONE y diseña las rutas comerciales del ámbar, poniendo al descubierto que hubo redes de intercambio mercantil muy extensas en el área mediterránea.

Esta piedra se utilizó ya como adorno en collares, vestidos y para rituales funerarios entre el 4.000 y 1.000 antes de Cristo en la Península Ibérica. Así lo determina el análisis realizado por espectroscopia infrarroja llevado a cabo a 22 muestras localizadas en yacimientos de España y Portugal por un equipo de investigación del que forman partePrimitiva Bueno, Rosa Barroso y Rodrigo de Balbín, de la UAH.

Las investigaciones han confirmado que el ámbar utilizado en el norte de Iberia era, sobre todo de origen local, desde el Paleolítico hasta la Edad del Bronce; mientras que en el resto de la Península las joyas se elaboraban con ámbar siciliano, primero, y báltico, después. En ese marco de relaciones se incluye la Meseta, donde los profesores de la UAH llevan años documentando las costumbres funerarias de la Prehistoria Reciente. También se pone en evidencia que el ámbar siciliano llegó mucho antes que el báltico a la Iberia prehistórica (al menos 2.000 años antes, en torno al 4.000 a de C.).

La llegada a la Península del ámbar obedece a la existencia de rutas comerciales. El ámbar siciliano llegaba, según se apunta, a través de intercambios con el norte de África, igual que ocurría con otro material precioso: el marfil. En cuanto al ámbar báltico, también se estima que llegaba mediante rutas mediterráneas extensas y no directamente por intercambios comerciales con los pueblos del Norte (escandinavos).